El nombre de la Argentina
La palabra argentina proviene del latín argentum ('plata'). Ya desde las épocas de Pedro de Mendoza para referirse a la región del Río de la Plata, se utilizaron los nombres de Gobernación del Río de la Plata y Provincias del Río de la Plata. En 1776 el nombre del territorio se oficializó como Virreinato del Río de la Plata.
El río que da su nombre al virreinato, es el que en 1516 Juan Díaz de Solís denominó Mar Dulce, llamado también río de Santa María y río de Solís. Los portugueses lo denominaban Rio da Prata a causa de los rumores que postulaban la existencia de metales preciosos, y que finalmente se impuso como Río de la Plata.
La latinización del nombre apareció en un atlas veneciano de 1536, y luego Martín del Barco Centenera, miembro de la expedición de Juan Ortíz de Zárate, imitando a Ercilla con su La Araucana, publicó en 1602 un largo poema de la historia del río de la Plata y de los reinos del Perú, Tucumán y del Estado del Brasil, bajo el título La Argentina, en el que se denomina al territorio del río de la Plata como El Argentino.
Ya en el Alto Perú se llamaba a Charcas, la Ciudad de la Plata o Ciudad de Argentina, como figura en los textos del Capítulo General de la Orden Franciscana, celebrado en Valladolid en 1565.
Entre fines del siglo XVIII y comienzos del XIX el poeta Manuel José de Lavardén incluyó el adjetivo "argentina" en su obra, y desde el periódico El Telégrafo Mercantil se expandió el término Argentina como nombre del país, apareciendo en la obra de Vicente López y Planes Triunfo Argentino, así como en el texto del Himno Nacional.
El nombre de Argentina sin embargo, no se utilizó en los comienzos del Estado, figurando en cambio Provincias del Río de la Plata para la Primera Junta; Provincias Unidas del Río de la Plata en 1811 y en la Asamblea de 1813; y Provincias Unidas de Sudamérica para el Congreso de 1816.
El Congreso de 1824 la denominó Provincias Unidas del Río de la Plata en Sudamérica, Nación Argentina, República Argentina y Argentina, en la constitución sancionada el 24 de diciembre de 1826 la Constitución de la República Argentina; aunque por su carácter unitario la Constitución de 1826 nunca entró en vigor, sentó el precedente del término, que aparecería en todos los bocetos subsiguientes.
Durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, se emplearon entre otros los nombres de Confederación Argentina, Estados Unidos de la República Argentina, República de la Confederación Argentina y Federación Argentina.
La Constitución de 1853 se sancionó en nombre del pueblo de la Confederación Argentina, pero la Convención Nacional de Santa Fe modificó el texto constitucional promulgándolo el 1º de Octubre de 1860, donde se cambió el término Confederación por Nación, y Provincias Confederadas por Provincias; se agregó además un nuevo artículo, el número 35, que dice: "Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber, Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintos para la designación del gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras Nación Argentina en la formación y sanción de las Leyes".
El 8 de octubre de 1860 en la ciudad de Paraná, el presidente Derqui decretó que "siendo conveniente a este respecto establecer la uniformidad en los actos administrativos, el Gobierno ha venido a acordar que para todos estos actos se use la denominación República Argentina".
Desde 1860 el General Mitre utilizó el nombre de Presidente de la República Argentina, quedando fijado desde entonces definitivamente el nombre con el que se reconocería mundialmente a este país
El río que da su nombre al virreinato, es el que en 1516 Juan Díaz de Solís denominó Mar Dulce, llamado también río de Santa María y río de Solís. Los portugueses lo denominaban Rio da Prata a causa de los rumores que postulaban la existencia de metales preciosos, y que finalmente se impuso como Río de la Plata.
La latinización del nombre apareció en un atlas veneciano de 1536, y luego Martín del Barco Centenera, miembro de la expedición de Juan Ortíz de Zárate, imitando a Ercilla con su La Araucana, publicó en 1602 un largo poema de la historia del río de la Plata y de los reinos del Perú, Tucumán y del Estado del Brasil, bajo el título La Argentina, en el que se denomina al territorio del río de la Plata como El Argentino.
Ya en el Alto Perú se llamaba a Charcas, la Ciudad de la Plata o Ciudad de Argentina, como figura en los textos del Capítulo General de la Orden Franciscana, celebrado en Valladolid en 1565.
Entre fines del siglo XVIII y comienzos del XIX el poeta Manuel José de Lavardén incluyó el adjetivo "argentina" en su obra, y desde el periódico El Telégrafo Mercantil se expandió el término Argentina como nombre del país, apareciendo en la obra de Vicente López y Planes Triunfo Argentino, así como en el texto del Himno Nacional.
El nombre de Argentina sin embargo, no se utilizó en los comienzos del Estado, figurando en cambio Provincias del Río de la Plata para la Primera Junta; Provincias Unidas del Río de la Plata en 1811 y en la Asamblea de 1813; y Provincias Unidas de Sudamérica para el Congreso de 1816.
El Congreso de 1824 la denominó Provincias Unidas del Río de la Plata en Sudamérica, Nación Argentina, República Argentina y Argentina, en la constitución sancionada el 24 de diciembre de 1826 la Constitución de la República Argentina; aunque por su carácter unitario la Constitución de 1826 nunca entró en vigor, sentó el precedente del término, que aparecería en todos los bocetos subsiguientes.
Durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, se emplearon entre otros los nombres de Confederación Argentina, Estados Unidos de la República Argentina, República de la Confederación Argentina y Federación Argentina.
La Constitución de 1853 se sancionó en nombre del pueblo de la Confederación Argentina, pero la Convención Nacional de Santa Fe modificó el texto constitucional promulgándolo el 1º de Octubre de 1860, donde se cambió el término Confederación por Nación, y Provincias Confederadas por Provincias; se agregó además un nuevo artículo, el número 35, que dice: "Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber, Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintos para la designación del gobierno y territorio de las provincias, empleándose las palabras Nación Argentina en la formación y sanción de las Leyes".
El 8 de octubre de 1860 en la ciudad de Paraná, el presidente Derqui decretó que "siendo conveniente a este respecto establecer la uniformidad en los actos administrativos, el Gobierno ha venido a acordar que para todos estos actos se use la denominación República Argentina".
Desde 1860 el General Mitre utilizó el nombre de Presidente de la República Argentina, quedando fijado desde entonces definitivamente el nombre con el que se reconocería mundialmente a este país
fuente: http://www.sitiosargentina.com.ar/notas/2006/mayo/origen-nombre-argentina.htm
EL NOMBRE DE LA
ARGENTINA
La expresión “Argentina” deriva
del latín Argentum, en relación con el nombre dado a los territorios del Río de
la Plata; dice Daus en su libro Geografía
y Unidad Argentina (1957):
“Argentina fue el nombre precozmente hallado para designar el vasto e
impreciso espacio geográfico de las tierras del Plata y sus dependencias
naturales”.
Desde
los tiempos de Pedro de Mendoza se hacía referencia a una vasta extensión sin
límites precisos con los nombres de Provincias del Río de la Plata y de
gobernación del Río de la Plata. Del nombre del Río proviene el de Argentina,
que el arcediano de la iglesia del Paraguay, Martín del Barco Centenera,
miembro de la expedición del tercer adelantado Ortíz de Zárate, utilizó en su
poeme escrito en 1602; el título era: Argentina
y Conquista del Río de la Plata, con otros acaecimientos de los reinos del
Perú, Tucumán y Estado del Brasil. Pocos años más tarde, el nombre de la
Argentina adquirió fuerza con otra obra escrita por el primer historiador criollo
Ruiz Díaz de Guzmán, titulada Historia
Argentina del descubrimiento, población y conquista de las provincias del Río
de la Plata, que en versiones posteriores tuvo una gran difusión. Así se
expandió el uso del vocablo a medida que Buenos Aires y su entorno cobraban
mayor importancia, a expensas del Alto Perú.
Desde
comienzos del siglo pasado se empleó el nombre de la Argentina para designar
las tierras del plata en la literatura, en los periódicos y en el habla
popular. Varios estudiosos se han dedicado a investigar el origen del nombre de
la República Argentina; entre ellos se destaca Ángel Rosemblat, autor de una
valiosa monografía titulada “Argentina,
Historia de un nombre”, donde dice: “el nombre de la ciudad de la Plata
aparece traducido en los documentos latinos como civitas Argentina,
repreoducido al español con la forma de Ciudad Argentina ya en 1565, en los
textos del capítulo general de la orden franciscana celebrada en Valladolid (en
otros documentos latinos de la época, Civitas argentina, urbe argéntea, o
simplemente argéntea; también argentópolis y más frecuentemente Argyrópolis)”.
Entonces, el nombre parece hoy de tal modo consustanciado con el país que es
imposible concebir otro.
Después
de la independencia el nombre se usó alternativamente con otros para hacer
referencia a la nación, hasta que se adoptó definitivamente en forma exclusiva.
En el Preámbulo y en el texto de la Constitución de la Nación Argentina
–sancionada el 1° de mayo de 1853- se menciona explícitamente el nombre de Nación
Argentina. El nombre oficial de nuestro país, República Argentina, se
estableció mediante un decreto del presidente Derqui, promulgado el 1° de
octubre de 1860 y adoptado una semana después para todos los actos
administrativos; se debía aplicar en la designación del gobierno y territorio
de las provincias. El nombre de la Argentina es uno de los elementos esenciales
de nuestra unidad como nación; sintetiza un territorio complejo y una población
de rasgos propios que busca armonía y un destino de grandeza. Somos nosotros,
los argentinos de hoy, quienes debemos seguir dando sentido al nombre de la
Argentina, sustentando nuestra identidad en el mundo.
Fuente: Geografía
argentina. Configuración y organización del territorio, ed. Kapelusz/Norma,
2005, p. 13.
Responder:
1) ¿A
qué se denominó Argentina según Daus?
2) ¿En
qué obras escritas durante la conquista y colonización española se nombra el
vocablo argentina? ¿Quiénes las Escribieron?
3) Según
Rosemblat, ¿Qué denominaciones en latín tuvieron estas tierras?
4) ¿qué
cambios se producen a partir de la independencia en el nombre de nuestro país?
5) ¿cómo
se llama oficialmente nuestro país y desde cuándo?
6) Según
tu opinión, ¿por qué se afirma en el texto que “el nombre de la Argentina es
uno de los elementos esenciales de nuestra unidad como nación?
7) ¿Si
tuvieras que elegir otro nombre para nuestro país de los que figuran en el
texto cual elegirías? Justifica tu respuesta.
Me llama la atención el descubrir la cantidad de nombres que tenía el Presidente Derqui
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