Inocencio I fue electo PAPA
22 de diciembre de 0401
Era natural de Albano e hijo del papa anterior, Anastasio I. Fue elegido el 22 de diciembre de 401. Ordenó que todos los casos graves tenían que ser revisados por él, y en los demás se reservaba el derecho a intervenir. Ejerció este derecho en muchas cuestiones diversas, especialmente en aquellas relacionadas con las celebraciones litúrgicas. El asedio y captura de Roma por los Godos, bajo el mando de Alarico (408-10) ocurrió en su pontificado. Cuando en el tiempo del primer asedio, el líder bárbaro declaró que él se retiraría sólo con la condición que los Romanos arreglaran una paz favorable a él, una embajada de los Romanos fue a Honorio, en Ravena, para tratar, de ser posible, lograr la paz entre él y los Godos. El Papa Inocencio también se unió a esta embajada. Pero todos sus esfuerzos para lograr la paz fallaron. Los Godos entonces comenzaron de nuevo el asedio de Roma, así que el Papa y los embajadores no pudieron retornar a la ciudad, la cual fue tomada y saqueada en el año 410. Desde el inicio de su pontificado, Inocencio a veces actuó como cabeza de toda la Iglesia, ambas las del Este y Oeste.
Invasión a Guangzhau
22 de diciembre de 1840
El 22 de diciembre de 1840, y a raíz de la Guerra del Opio, el imperialismo británico empezó a invadir el continente asiático, Guangzhou (comunidad china) se convirtió en el símbolo del heroico espíritu patriótico de ese pueblo, al enfrentar con coraje a dichos invasores. En el pequeño templo de la aldea de Sanyuanli, en las afueras de Guangzhou, en la zona norte -ahora convertido en museo-, se exhiben sables, palos y fusiles de fabricación casera que usaron los aldeanos en 1841 para luchar contra los ingleses que cometieron saqueos, violaciones y otras atrocidades. El problema sobre Guangzhou comenzó en el siglo XVIII, cuando los ingleses entraron en conflicto con los chinos a causa del contrabando de opio, el cual se cultivaba en la India y se distribuía en todo el territorio asiático a cambio de seda, especias, plata, jade y otras joyas, convirtiéndose pronto en un lucrativo negocio para los ingleses y un serio problema social para los chinos. El 10 de marzo de 1839, por órdenes del emperador Dao Guang se prohibió el comercio de opio y se exigió a los extranjeros que entregaran todo el opio que poseían a las autoridades chinas, quienes arrojaron cerca de 20,000 cajas de ese producto al mar.
Condenado a cadena perpetua Alfredo Dreyfus
22 de diciembre de 1894
Una sórdida conspiración de la derecha antisemita francesa, en campaña política, acusó de espía al oficial de Estado Mayor, Alfredo Dreyfus. Fue juzgado y condenado el 22 de diciembre de 1894, a cadena perpetua por alta traición, degradado públicamente frente a su guarnición, arrancados los galones de su uniforme, y partido en dos su sable, símbolo del honor militar. La máxima humillación que pudo imponerse a un oficial. El famoso escritor Emilio Zola dirigió un alegato demoledor, titulado "J'accuse", en el que denunciaba la felonía de la denuncia y la vileza de cada uno de los personajes que contribuyeron a la caricatura de juicio y sentencia condenatoria. Años después, la verdad se impuso y Dreyfus fue rehabilitado. Pero ya había tenido que soportar la injusta ignominia y los sufrimientos del presidio impuestos por una maquinación de unos jueces sin conciencia ética. A pesar de una carrera intachable y de haber pasado de los 65 años de edad, se le encarceló sin pruebas fehacientes, en las celdas de los delincuentes rematados, y aún cuando la ley prohíbe encerrar a personas mayores de esa edad. Su caso conmovió y dio la vuelta al mundo.
El vaticano detiene la guerra entre Argentina y Chile
22 de diciembre de 1978
El 25 de mayo de 1977 la dictadura militar que gobierna en la Argentina rechaza el resultado del laudo favorable al reclamo chileno sobre el Canal de Beagle. Los militares argentinos comienzan a movilizar tropas, aviones y buques con el objetivo de tomar por la fuerza la región en litigio. El plan de ataque se vuelve luego una ofensiva destinada a invadir el sur de Chile y ocupar las ciudades de Puerto Montt, Santiago y Valparaíso. Por pedido de Chile, interviene el Vaticano. El enviado del Papa, el Cardenal Antonio Samoré, inicia frenéticas negociaciones con ambos gobiernos. En las primeras horas del 22 de diciembre de 1978 la flota argentina está en posición para iniciar el ataque, pero es retrasada por una tormenta. Esa demora le da tiempo al enviado papal para obtener un compromiso de paz, usando incluso la amenaza papal de excomulgar a los generales que se lancen a la guerra. La tormenta en el sur, frena una masacre que hubiera costado decenas de miles de muertos a Latinoamérica.
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