TRABAJO PRACTICO: DESASTRES NATURALES
ACTIVIDADES
1) Lee el articulo que se adjunta e identifica los desastres naturales que alli se describen
2) Realiza un cuadro con los siguientes items: Desatre Natural- definición propia- ubicación
3) Ubica en el planisferio de las fallas y las placas tectónicas los casos mencionados en el articulo
4) ¿Qué relación puedes establecer entre lo estudiado (placas tectónicas) y los desastres ahi mencionados? ¿por qué crees que sucede esto?
5) Busca imagenes y articulos que puedan explicar los casos mencionados
TEMA DEL DOMINGO: NUEVOS DESAFIOS DE
Diario Clarin 28/02/2010
Los fenómenos climáticos extremos acechan al mundo
Nevadas, inundaciones, ciclones, riadas y aludes. El calentamiento global está potenciando y acelerando los cataclismos. Y la mayoría de los científicos aseguran que llegaron para quedarse.
Por: Gustavo Sierra, gsierra@clarin.com
La nueva casa de Al Gore", decía el cartelito. Y lo que se veía era un pequeño iglú en el medio de una inmensidad de nieve y hielo frente al Capitolio en Washington. La "casita" había sido construida por los nietos de un senador que niega el calentamiento global y que ven en el ex vicepresidente estadounidense al hombre que "exagera y provoca alarma" predicando una catástrofe si no se detiene el cambio climático. Y es que las enormes nevadas que cubrieron a todo el hemisferio norte este invierno reavivaron el debate entre "ambientalistas" y "negacionistas". Unos creen que se trata de un fenómeno más causado por las emisiones de gases contaminantes. Los otros están seguros que es sólo un ciclo de la atmósfera terrestre y que el ser humano no tiene nada que ver con lo que sucede.
Lo cierto es que las evidencias científicas indican que el calentamiento global está provocando la condensación de humedad en la atmósfera y eso genera las históricas nevadas. Pero otros meteorólogos simplemente creen que se trata de un fenómeno cíclico producido en este caso por el efecto de El Niño, el cambio en las temperaturas y corrientes marinas que se desarrolla cada dos a siete años en el Pacífico y que afectan desde América del Sur hasta Australia e Indonesia.
La Tierra fue sacudida en las últimas semanas por una serie de fenómenos climatológicos extraordinarios. Lluvias de una intensidad inusitada en todo el hemisferio sur. Nevadas históricas en el este norteamericano y el norte europeo. Sequías intensísimas en las mismas regiones donde las inundaciones arrasaban a poblaciones enteras. Y las consecuencias de todo esto: aludes, incendios forestales, crecidas de ríos y océanos, deshielos fenomenales, hambrunas, millones de inmigrantes en busca de tierras algo más prósperas.
La última década fue la más calurosa enla Tierra desde que se registran científicamente las temperaturas, hace unos 120 años, de acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial de la ONU. La Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos de Estados Unidos determinó que la temperatura promedio del planeta entre el 2000 y el 2009 fue de 14,3 grados centígrados, un grado más que el promedio del siglo XX. Esto provocó que en los últimos 30 años se derritiera una tercera parte de los hielos del mundo, que es la principal fuente de agua dulce de la mayoría de los seres humanos. Y según anuncia el sistema de predicciones del Servicio Meteorológico Británico, el 2010 -a pesar de las nevadas históricas- ya se perfila como el año más caluroso desde que se llevan registros.
De acuerdo al sitio de Internet Weather Underground, uno de los más influyentes en los círculos científicos especializados en temas de climatología, se está espaciando la frecuencia de algunas tormentas "típicas" (las que venían en ciertas épocas del año o con el cambio de temporada), pero su intensidad aumentó superlativamente. Y los meteorólogos aseguran que es debido a que el aire caliente que se produce como consecuencia del aumento de las temperaturas concentra una mayor cantidad de humedad. Esto provoca que, al descargarse, las tormentas tengan una cantidad inusitada de nieve o agua, dependiendo de la temporada y la región. "El aire más frío, por contraste, es más seco", explica el profesor Jeff Masters del Weather Underground. Y ofrece un ejemplo: las tormentas de nieve que cayeron sobre Filadelfia, Baltimore y Washington entre diciembre y febrero estuvieron entre las diez más grandes jamás registradas. Y nunca antes se habían dado en las tres grandes ciudades al mismo tiempo.
El mes pasado, Machu Picchu terminó aislada por los aludes y miles de turistas quedaron a la deriva. El caudal del río Vilcanota se incrementó a niveles nunca antes registrados. Llegó a tener una corriente de 1.100 m3/segundo, cuando el máximo histórico es de 850 m3/segundo. En Chile hubo una sucesión de lluvias muy intensas en el desierto de Atacama, en el invierno había nevado muy cerca de la costa del Pacífico y también en Santiago, donde no lo hacía en los últimos once años.
En México, las lluvias y las inundaciones dejaron 43 muertos. Varias ciudades bolivianas fueron arrasadas por riadas. La isla de Madagascar, afectada por ciclones y sequías al mismo tiempo. Setenta y cinco millones de africanos y el 50 por ciento de los cultivos de ese continente afectados por sequías y diluvios. El 17% de Bangladesh bajo el agua con 20 millones de refugiados climáticos. Las islas de Madeira y Canarias arrasadas por los aludes. La península ibérica reseca, con un 20 por ciento menos de lluvias que lo habitual. Buenos Aires parece tener un nuevo lago enla Plaza Falucho de Palermo. "El mundo se aproxima a un punto de deterioro del medio ambiente que puede ser irreversible", asegura a Clarín John Holdren, de la Universidad de Harvard.
El Reporte sobre el Impacto del Clima dado a conocer en conjunto por varias agencias y organismos del gobierno estadounidense indica que estos fenómenos se acentuarán en los próximos años. Entre las predicciones están las de huracanes cada vez más letales en todo el Caribe que se extenderán al sur hasta Bahía, en Brasil, y al norte hasta Nueva York. Para Europa y América del Sur se pronostican sequías y precipitaciones extremas en una misma región.
Algo de lo que ya hemos visto en Argentina donde una misma provincia está la mitad sin agua y la otra inundada. El mismo reporte aclara que "el calentamiento global que se viene registrando desde hace 50 años se debe principalmente a las emisiones inducidas por el hombre de gases que permanecen atrapados en la atmósfera". Y que "esas emisiones provienen primariamente del consumo de combustibles fósiles con una importante contribución de la tala de bosques y las malas prácticas de la agricultura".
Y todo esto deja gente desprotegida. Por la naturaleza y por sus líderes. En un momento de tal incertidumbre, los presidentes y primeros ministros de 192 países reunidos en la gran cumbre de medio ambiente de Copenhague, en diciembre, se retiraron del encuentro sin llegar a ningún acuerdo para mitigar el calentamiento global que provoca estos fenómenos. Ayer, incluso, el gobierno chino dijo que era muy improbable que se pudiera alcanzar un acuerdo este año en la nueva cumbre de México.
Y el responsable de las Naciones Unidas para el cambio climático tiró la toalla. Yvo de Boer renunció a su puesto después de intentar por todos los medios que haya un acuerdo global sobre cómo detener la emisión de los gases de dióxido de carbono que provocan el calentamiento.
Y si bien Estados Unidos sigue ofreciendo una reducción demasiado baja de sus emisiones de gases contaminantes,la CIA , la central de inteligencia, considera que el cambio climático ya es un tema de estrategia nacional. En octubre formó la primera unidad de monitoreo de las consecuencias de estos fenómenos, y también habilitó sus satélites de reconocimiento a 600 científicos de las universidades más prestigiosas del país.
Todo esto, mientras los "negacionistas" del calentamiento global tomaron un gran impulso en este tiempo. Primero estalló lo que se llamó el "climagate" en el que unos científicos, supuestamente, decían en unos mensajes electrónicos que habían manipulado algunas cifras para que el cambio climático pareciera más grave. Luego se supo que algunos datos en los que se basó el Panel Intergubernamental de Cambio Climático dela ONU para decir que los glaciares se estaban derritiendo eran falsos. Ante tanto caos climático y político los científicos sugieren un regreso a las fuentes. La acción debe volver a estar en manos de los ciudadanos comunes sin esperar que los gobiernos lo hagan todo.
"Tenemos que tomar el planeta en nuestras manos" decían las pancartas de los manifestantes en las afueras del Bella Center de Copenhague donde se realizó la cumbre de diciembre. "Hay que empezar a pensar en chiquito. Pensar en lo que nosotros podemos hacer en nuestras casas, cómo reciclar nuestra basura", agregaba en el medio de las manifestaciones por la cumbre Carolina Hernández, una chica argentina, de una ONG internacional.
Eso en casa, pero queda la presión social y la política. Y en ese campo, este enorme cambio provocado por el clima pareciera que necesita cada vez más de nuevos dirigentes. Líderes que entiendan lo que está sucediendo y se encuentren preparados para hacer frente a este nuevo fenómeno que ya está instalado en cada rincón del planeta.
Lo cierto es que las evidencias científicas indican que el calentamiento global está provocando la condensación de humedad en la atmósfera y eso genera las históricas nevadas. Pero otros meteorólogos simplemente creen que se trata de un fenómeno cíclico producido en este caso por el efecto de El Niño, el cambio en las temperaturas y corrientes marinas que se desarrolla cada dos a siete años en el Pacífico y que afectan desde América del Sur hasta Australia e Indonesia.
La Tierra fue sacudida en las últimas semanas por una serie de fenómenos climatológicos extraordinarios. Lluvias de una intensidad inusitada en todo el hemisferio sur. Nevadas históricas en el este norteamericano y el norte europeo. Sequías intensísimas en las mismas regiones donde las inundaciones arrasaban a poblaciones enteras. Y las consecuencias de todo esto: aludes, incendios forestales, crecidas de ríos y océanos, deshielos fenomenales, hambrunas, millones de inmigrantes en busca de tierras algo más prósperas.
La última década fue la más calurosa en
De acuerdo al sitio de Internet Weather Underground, uno de los más influyentes en los círculos científicos especializados en temas de climatología, se está espaciando la frecuencia de algunas tormentas "típicas" (las que venían en ciertas épocas del año o con el cambio de temporada), pero su intensidad aumentó superlativamente. Y los meteorólogos aseguran que es debido a que el aire caliente que se produce como consecuencia del aumento de las temperaturas concentra una mayor cantidad de humedad. Esto provoca que, al descargarse, las tormentas tengan una cantidad inusitada de nieve o agua, dependiendo de la temporada y la región. "El aire más frío, por contraste, es más seco", explica el profesor Jeff Masters del Weather Underground. Y ofrece un ejemplo: las tormentas de nieve que cayeron sobre Filadelfia, Baltimore y Washington entre diciembre y febrero estuvieron entre las diez más grandes jamás registradas. Y nunca antes se habían dado en las tres grandes ciudades al mismo tiempo.
El mes pasado, Machu Picchu terminó aislada por los aludes y miles de turistas quedaron a la deriva. El caudal del río Vilcanota se incrementó a niveles nunca antes registrados. Llegó a tener una corriente de 1.100 m3/segundo, cuando el máximo histórico es de 850 m3/segundo. En Chile hubo una sucesión de lluvias muy intensas en el desierto de Atacama, en el invierno había nevado muy cerca de la costa del Pacífico y también en Santiago, donde no lo hacía en los últimos once años.
En México, las lluvias y las inundaciones dejaron 43 muertos. Varias ciudades bolivianas fueron arrasadas por riadas. La isla de Madagascar, afectada por ciclones y sequías al mismo tiempo. Setenta y cinco millones de africanos y el 50 por ciento de los cultivos de ese continente afectados por sequías y diluvios. El 17% de Bangladesh bajo el agua con 20 millones de refugiados climáticos. Las islas de Madeira y Canarias arrasadas por los aludes. La península ibérica reseca, con un 20 por ciento menos de lluvias que lo habitual. Buenos Aires parece tener un nuevo lago en
El Reporte sobre el Impacto del Clima dado a conocer en conjunto por varias agencias y organismos del gobierno estadounidense indica que estos fenómenos se acentuarán en los próximos años. Entre las predicciones están las de huracanes cada vez más letales en todo el Caribe que se extenderán al sur hasta Bahía, en Brasil, y al norte hasta Nueva York. Para Europa y América del Sur se pronostican sequías y precipitaciones extremas en una misma región.
Algo de lo que ya hemos visto en Argentina donde una misma provincia está la mitad sin agua y la otra inundada. El mismo reporte aclara que "el calentamiento global que se viene registrando desde hace 50 años se debe principalmente a las emisiones inducidas por el hombre de gases que permanecen atrapados en la atmósfera". Y que "esas emisiones provienen primariamente del consumo de combustibles fósiles con una importante contribución de la tala de bosques y las malas prácticas de la agricultura".
Y todo esto deja gente desprotegida. Por la naturaleza y por sus líderes. En un momento de tal incertidumbre, los presidentes y primeros ministros de 192 países reunidos en la gran cumbre de medio ambiente de Copenhague, en diciembre, se retiraron del encuentro sin llegar a ningún acuerdo para mitigar el calentamiento global que provoca estos fenómenos. Ayer, incluso, el gobierno chino dijo que era muy improbable que se pudiera alcanzar un acuerdo este año en la nueva cumbre de México.
Y el responsable de las Naciones Unidas para el cambio climático tiró la toalla. Yvo de Boer renunció a su puesto después de intentar por todos los medios que haya un acuerdo global sobre cómo detener la emisión de los gases de dióxido de carbono que provocan el calentamiento.
Y si bien Estados Unidos sigue ofreciendo una reducción demasiado baja de sus emisiones de gases contaminantes,
Todo esto, mientras los "negacionistas" del calentamiento global tomaron un gran impulso en este tiempo. Primero estalló lo que se llamó el "climagate" en el que unos científicos, supuestamente, decían en unos mensajes electrónicos que habían manipulado algunas cifras para que el cambio climático pareciera más grave. Luego se supo que algunos datos en los que se basó el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de
"Tenemos que tomar el planeta en nuestras manos" decían las pancartas de los manifestantes en las afueras del Bella Center de Copenhague donde se realizó la cumbre de diciembre. "Hay que empezar a pensar en chiquito. Pensar en lo que nosotros podemos hacer en nuestras casas, cómo reciclar nuestra basura", agregaba en el medio de las manifestaciones por la cumbre Carolina Hernández, una chica argentina, de una ONG internacional.
Eso en casa, pero queda la presión social y la política. Y en ese campo, este enorme cambio provocado por el clima pareciera que necesita cada vez más de nuevos dirigentes. Líderes que entiendan lo que está sucediendo y se encuentren preparados para hacer frente a este nuevo fenómeno que ya está instalado en cada rincón del planeta.
Diario Clarin 28 y 29/12/2009
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